Existen empresas que tienen como cultura no aceptar que sus trabajadores se tomen un tiempo de descanso lo cual influye en su salud física y mental disminuyendo su productividad y hace que éstos se sientan culpables por hacer una pausa de descanso saludable sobre todo cuando se tienen largas jornadas de trabajo.
Las personas que trabajan en un ambiente estresante pueden experimentar fatiga, falta de concentración, agotamiento emocional y físico y una mayor incidencia en enfermedades que pueden provocar reiteradas licencias laborales que incluso tienen como resultado el que la empresa cuente mínimamente con el accionar de uno o varios trabajadores, lo cual también produce mermas económicas para ésta, recargando de trabajo a sus demás integrantes e influyendo negativamente en el clima laboral, transformándose en una cultura de trabajo tóxica donde el descanso y la relajación se perciben como una debilidad mal vista.
De acuerdo a lo anterior es fundamental que las empresas reconozcan la importancia de fomentar una cultura de trabajo saludable, lo cual puede incluir políticas de bienestar que propendan a una mejor salud mental y física de sus trabajadores contando por ejemplo con sesiones de meditación, de ejercicio físico y asesoramiento para la gestión de estrés lo cual incide en mejorar el clima laboral y el trabajo en equipo a partir de implementar una pausa saludable en la jornada laboral. Así las empresas se convertirán en espacios de trabajo de bienestar y en espacios de humanidad para su propio desarrollo.